Principales cambios metabólicos asociados a la agresión quirúrgica

  • Aumento del gasto energético.
  • Hipercatabolismo proteico.
  • Hiperglucemia con hiperinsulinemia.
  • Movilización de ácidos grasos y triglicéridos.
  • Retención de agua y sodio.
  • Pérdidas urinarias de zinc, magnesio, fósforo y potasio.
Dra. Santana Maján

Cambios en el gasto energético basal.

Los pacientes que se someten a una intervención quirúrgica sufren un aumento del gasto energético que varía desde un 20 -50% sobre el gasto energético basal. Como resultado de la intervención quirúrgica aumenta además la actividad lipolítica.

Entre estos cambios identificamos el aumento del cataclismo de proteínas en el músculo, se ha demostrado que tras un procedimiento quirúrgico abdominal se pierdes 40-80g de nitrógeno, lo que equivale a 1,2- 3,5 kg de músculo. Estas perdidas retrasan la cicatrización de la herida, afectan a la función inmunizaría y reducen la fuerza muscular tras la cirugía.

Por este motivo, se hace énfasis en que el cuidado postoperatorio de los pacientes debe ser riguroso y a largo plazo. Hacer ejercicio y tener una dieta equilibrada son la clave para mantener el cuerpo esbelto tras una cirugía corporal.

Todos los pacientes sometidos a cirugía estética relacionada con volumen corporal necesitarán soporte nutricional. En ningún caso debe interpretarse que la cirugía vaya a permitir que el paciente consuma de manera ilimitada cualquier tipo de alimento sin repercusión en la evolución del peso corporal. Es recomendable para los pacientes que quieran someterse a cirugía, que participen en programas de modificación del estilo de vida, con alimentación saludable encaminada a la pérdida de peso.

Dra. Santana Maján

Antes de la intervención.

El estado nutricional previo a la cirugía debe ser óptimo para garantizar que el paciente tenga una buena composición corporal para lograr una exitosa recuperación. Una intervención nutricional previa a la cirugía podría contribuir a reducir el impacto del exceso de peso y complicaciones como sangrado, infecciones, tiempo de cirugía y estancia hospitalaria.

Es recomendable que se realice una valoración completa que debe incluir el peso, IMC, el estado de la masa muscular y del tejido graso, hidratación y la ingesta dietética para establecer un plan de tratamiento nutricional.

La liposucción es una de las mejores formas de disminuir la grasa corporal por medio de intervención quirúrgica. Sin embargo, cuando el paciente no se cuida a largo plazo, corre el riesgo de subir de peso.

Dra. Santana Maján

Leandro – Nutricionista

  • Experto en nutrición deportiva i.f.b.b. 1989
  • Certified by i.s.s.a In Sports nutrition and fitness.
  • Acreditado por la Universidad de Alicante en nutrición ,musculación y fuerza en 2014.
  • Docente en Austria,Argentina y España.
Dra. Santana Maján

Recomendaciones nutricionales.

  • Proteinas

    Son el macronutriente más importante que debe controlarse, ya que facilita la cicatrización rápida de heridas y ayuda a preservar la masa magra durante el periodo de pérdida de peso. La cantidad requerida debe constituir 1-1,5 g/kg de peso ideal/día o 1 g/kg de peso real /día. Las fuentes más importantes de proteínas son las carnes magras, pescado, huevo y vegetales, derivados de soja y quinoa.

  • Hidratos de carbono

    Deben constituir el 40-50% diario de energía y su procedencia ser variada, principalmente verduras y frutas y en menor cantidad legumbres, arroz, patatas, evitando todos los alimentos con elevado contenido en azucares que contribuyen a elevar el aporte energético.

  • Grasas

    Alimentos ricos en grasas (embutidos, quesos grasos, frituras en general) deben evitarse ya que su excesivo aporte calórico frena la curva de pérdida de peso y facilita su recuperación. El aporte de una cantidad mínima (20 g/día) es suficiente para asegurar la ingestión de los ácidos grasos esenciales y no debe superar el 25-30 % de la energía total diaria. También se recomienda tomar suplementos de omega 3.

  • Alcohol

    Aporta calorías y evita la oxidación de las grasas, lo que reduce la pérdida de peso y volumen. Además, su ingestión frecuente favorece el desarrollo de carencias vitamínicas (tiamina , piridoxina, ácido fólico) y minerales (magnesio, fósforo, zinc, hierro) así como una disminución de la masa ósea.

  • Vitaminas

    Hay que potenciar las dosis de ácido fólico, hierro y vitamina B12 para evitar la anemia.

    También fortalecen las defensas las vitaminas A, C y E. Comer zanahorias, calabazas y frutas, aceites vegetales y germen de trigo para asegurar el aporte de la A y E. La C es importante para la cicatrización por eso se recomienda ingerir 1 g/día.

    El zinc, selenio, magnesio y el hierro se deben controlar en las dietas de los procesos pre y postoperatorios. Se aconsejan los frutos secos y las legumbres, así como mariscos, huevos y levaduras cultivadas.

Dra. Santana Maján

Otras recomendaciones nutricionales.

  • Con la indicación de antibióticos es adecuado consumir probióticos y prebióticos. Se aconsejan kéfir y yogurt con bifidus para proteger la flora intestinal.
  • Cuando se trata de una cirugía hay factores que pueden verse afectados por algunos alimentos. Estos pueden perjudicar la anestesia, tiempo de sangrado, curación y la función inmune, por lo que hay que evitar consumirlos antes de la intervención.
  • Los alimentos ricos en azúcar pueden frenar la función inmune y provocar inflamación. Una semana antes hay que eliminar la vitamina E, K, C y B ya que pueden afectar a la anestesia y el tiempo de sangrado. También es indispensable evitar las ingestas de alcohol y de cafeína.
  • El día antes de una operación el horario de la cena debería coincidir por lo menos tres horas antes de dormir, consumiendo alimentos de fácil digestión y dejando de lado las grasas.
  • El objetivo de los planes de nutrición es conseguir cambios de hábitos a largo plazo y convertir a la persona en dueña de su salud por medio de la alimentación.
  • Para evitar complicaciones y acortar la estancia hospitalaria así como mejorar los resultados de la futura cirugía estética es importante contar con una buena nutrición como método pre-operatorio.
Dra. Santana Maján

Tras la cirugía surgen inflamaciones y cambios metabólicos como:

  • Retención de líquidos.
  • Hiperglucemia con hiperinsulinemia.
  • Hipercatabolismo proteico.
  • Aumento del gasto energético.
  • Movilización de ácidos grasos y triglicéridos.
  • Pérdidas urinarias de zinc, magnesio, fósforo y potasio.

Gran parte de los pacientes experimentan un aumento de gasto energético del 20-50% sobre el gasto energético basal.

Principalmente cambia el catabolismo de proteínas en el músculo. Aumenta de tal manera que en un procedimiento quirúrgico abdominal se pierden 40-80g de nitrógeno.

Esto contribuye al retraso de la cicatrización, afecta a la función inmunitaria y reduce la fuerza muscular tras la cirugía.

Algunos aminoácidos como la glutamina y la arginina ayudan al mantenimiento de la integridad de varios órganos, la cicatrización, la síntesis proteica y la liberación de hormonas anabolizantes.

Es imprescindible un buen estado nutricional para garantizar una recuperación óptima, previniendo así complicaciones por el impacto del exceso de peso, sangrado, tiempo de cirugía y estancia hospitalaria.

Se recomienda un reconocimiento valorando el peso, IMC, estado de la masa muscular y tejido graso, hidratación e ingesta dietética para establecer el tratamiento nutricional.

Tanto es así que todos los pacientes sometidos a cirugía estética relacionada con volumen corporal necesitan un soporte nutricional. La cirugía no sustituye la dieta, por eso los pacientes deben iniciar a su vez un cambio de estilo de vida.

Dra. Santana Maján

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